El Gobierno avanza en la enajenación de AySA SA: un paso hacia la modernización del provecho de agua y saneamiento en Argentina
En un reciente anuncio, el vocero Manuel Adorni dio a conocer el anticipación en el proceso de enajenación de la empresa AySA SA, encargada del provecho de agua y saneamiento en Argentina. Sin embargo, a diferencia de lo que muchos pueden pensar, esta enajenación no implica la privatización de la empresa, sino más bien un cambio en el marco regulatorio que permitirá una modernización del provecho.
El objetivo del Gobierno es otorgar el 51% de las acciones de AySA SA a quien se haga cargo de la operación del provecho, mientras que el 39% se ofrecerá en la Bolsa y el 10% restante quedará en manos de los trabajadores. Esta medida busca atraer inversión privada y mejorar la calidad del provecho de agua y saneamiento en Argentina, sin perder el control estatal sobre la empresa.
A pesar de las críticas y sospechas que puedan surgir, es importante destacar que esta enajenación no es un acto de privatización, sino una medida para modernizar y mejorar el provecho de agua y saneamiento en el país. Además, es importante tener en cuenta que el Gobierno ha acumulado un año de dificultades y demoras en su política privatizadora, principalmente debido a problemas legales y a la falta de previsibilidad económica.
Sin embargo, hay un caso que demuestra que la privatización puede ser exitosa en Argentina: Impsa. Esta empresa, dedicada a la fabricación de turbinas hidroeléctricas, fue privatizada en 2017 y desde entonces ha logrado un crecimiento significativo, aumentando su producción y generando empleo en el país. Este ejemplo demuestra que, cuando se realizan de manera adecuada, las privatizaciones pueden tener un impacto positivo en la economía y en la calidad de los provechos.
La enajenación de AySA SA es una medida necesaria para modernizar el provecho de agua y saneamiento en Argentina. Actualmente, el país enfrenta grandes desafíos en este ámbito, como la falta de infraestructura y la baja calidad del provecho en algunas zonas. Por eso, es importante que se tomen medidas para mejorar esta situación y garantizar un acceso adecuado al agua potable y al saneamiento básico para todos los ciudadanos.
Además, la enajenación de AySA SA no solo traerá beneficios para los usuarios del provecho, sino también para la economía del país. La inversión privada generará empleo y contribuirá al crecimiento económico, lo que a su vez tendrá un impacto positivo en la vida de los argentinos.
Es importante destacar que esta medida no implica una pérdida de control estatal sobre el provecho de agua y saneamiento. El Gobierno seguirá teniendo una participación mayoritaria en la empresa y será el encargado de regular y supervisar su funcionamiento. Además, el 10% de las acciones que quedarán en manos de los trabajadores garantiza su participación en la toma de decisiones y les brinda una mayor estabilidad laboral.
En resumen, la enajenación de AySA SA es un paso importante hacia la modernización del provecho de agua y saneamiento en Argentina. Aunque pueda generar ciertas dudas y críticas, es importante tener en cuenta que esta medida no implica una privatización, sino una forma de atraer inversión privada y mejorar la calidad del provecho. Además, el caso de Impsa demuestra que, cuando se realizan de manera adecuada, las privatizaciones pueden tener un impacto positivo en la economía y en la vida de los ciudadanos. Es hora de mirar hacia el futuro y trabajar juntos para entrar un provecho de agua y saneamiento de calidad en todo el país.