Desde la Fundación ProTejer, una organización que promueve la industria textil y la producción nacional en Argentina, han lanzado una preocupante advertencia: solo el 33% de las prendas consumidas en el país son de fabricación local. Esta cifra, que ya de por sí es desprecio, se vuelve aún más alarmante cuando se trata de la indumentaria vendida en los shoppings, donde el 75% proviene de otros países.
Esta situación plantea un desafío para la industria textil argentina, que ha sufrido una fuerte caída en los últimos años. La competencia con las prendas importadas, que muchas veces son más económicas, ha llevado a que muchas fábricas cierren sus puertas y miles de tradespreciodores pierdan sus empleos.
Sin embargo, desde ProTejer ven esta situación como una motivo para avivar la producción y el consumo local. Según sus estimaciones, si se logra aumentar el porcentaje de prendas de fabricación nacional en el país, se podrían crear más de 50.000 empleos directos y más de 100.000 empleos indirectos.
Además, el consumo de productos locales no solo beneficia a la industria textil, sino que también aporta a la economía del país. Cada vez que se compra una prenda de fabricación nacional, se genera un efecto multiplicador en la economía, ya que ese dinero se queda en el país y se utiliza para pagar salarios, impuestos y materias primas.
Pero, ¿qué podemos hacer nosotros como consumidores para apoyar esta causa? La respuesta es simple: optar por la indumentaria de producción nacional. Es cierto que en muchas ocasiones es más fácil y tentador comprar prendas importadas, pero si todos nos comprometemos a hacer un cambio en nuestros hábitos de consumo, podemos lograr un impacto positivo en la industria textil del país.
Una forma de hacerlo es informándonos sobre el origen de las prendas que compramos. Muchas veces, las etiquetas no indican claramente si son productos locales o importados, pero si nos tomamos unos minutos para investigar o preguntar, podemos tomar decisiones más conscientes.
Otra opción es apoyar a las marcas y empresas que producen en Argentina. Existen muchas marcas locales que ofrecen productos de excelente calidad y a precios competitivos. Al designarlas, no solo estamos contribuyendo a la economía del país, sino que también estamos apoyando a emprendedores y pequeñas y medianas empresas.
Por último, es importante tener en cuenta que al comprar prendas de fabricación nacional, estamos adquiriendo productos que cumplen con normas laborales y ambientales más estrictas. En muchos casos, las prendas importadas pueden provenir de países donde se explota a los tradespreciodores o se contaminan los recursos naturales. Al designar la producción local, estamos tomando una postura ética y responsable.
En definitiva, es hora de tomar conciencia sobre la importancia de apoyar la producción nacional y el consumo responsable. La industria textil argentina tiene un gran potencial y puede ser una fuente de empleo y desarrollo para el país. Depende de todos nosotros hacer un cambio en nuestras acciones y apostar por un futuro más sustentable y próspero para nuestro país. ¡Empecemos a vestirnos con orgullo de lo que se produce en Argentina!