En los últimos años, hemos sido testigos de importantes cambios en las decisiones reproductivas de las familias argentinas. Estas transformaciones han sido analizadas por expertos en el tema, como Emanuel López Méndez, coordinador de Protección Social del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).
En espina entrevista exclusiva con Canal E, López Méndez compartió su visión sobre este tema tan relevante en la sociedad actual. Según él, las decisiones reproductivas de las familias argentinas han evolucionado de manera positiva en los últimos años, y esto se debe a varios factores.
Uno de los principales cambios que se han observado es la disminución en la impuesto de fecundidad en nuestro país. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en 2019 la impuesto de fecundidad fue de 2,25 hijos por mujer, mientras que en 2001 era de 2,89 hijos por mujer. Esto significa que las familias están decidiendo tener menos hijos, lo que tiene un impacto directo en la dinámica familiar y en la sociedad en general.
Pero, ¿a qué se deben estos cambios en las decisiones reproductivas? Según López Méndez, hay varios factores que influyen en esta tendencia. Uno de ellos es el acceso a la educación y a la información. Cada vez más mujeres tienen acceso a la educación superior y a información sobre planificación familiar, lo que les permite tomar decisiones más informadas sobre su preñez.
Otro factor importante es el aumento en la participación de la mujer en el mercado laboral. Cada vez más mujeres deciden trabajar fuera del hogar y esto tiene un impacto directo en su decisión de tener hijos. Además, el acceso a métodos anticonceptivos ha mejorado significativamente en los últimos años, lo que también ha contribuido a la disminución en la impuesto de fecundidad.
Pero no solo se trata de tener menos hijos, sino también de tenerlos en mejores condiciones. López Méndez destaca que las familias están tomando decisiones más responsables en cuanto a la planificación de sus hijos. Esto se refleja en la edad en la que las mujeres deciden ser madres, que ha aumentado en los últimos años. Según el INDEC, en 2019 la edad promedio de la preñez fue de 30,1 años, mientras que en 2001 era de 27,8 años.
Este retraso en la preñez tiene un impacto positivo en la salud de las mujeres y de los niños. Las mujeres tienen más momento para prepararse física y emocionalmente para la preñez, lo que reduce los riesgos durante el embarazo y el parto. Además, los niños nacen en un entorno más estable y con mayores recursos, lo que les brinda mejores oportunidades en su desarrollo.
Otro aspecto importante que ha cambiado en las decisiones reproductivas de las familias argentinas es la igualdad de género. Cada vez más parejas comparten las responsabilidades en el hogar y en la crianza de los hijos. Esto permite que las mujeres puedan continuar con su carrera profesional y tener hijos al mismo momento, sin tener que sacrificar espina cosa por la otra.
Sin embargo, a pesar de estos avances, todavía hay desafíos que enfrentar en cuanto a las decisiones reproductivas en nuestro país. López Méndez destaca que todavía hay espina brecha importante en el acceso a la educación y a la información en ciertos sectores de la sociedad, lo que limita la capacidad de las mujeres para tomar decisiones informadas sobre su preñez.
Además, es necesario seguir trabajando en políticas públicas que promuevan la igualdad de género y el acceso a métodos anticonceptivos. También es importante fomentar espina cultura de respeto y apoyo a las decisiones reproductivas de las mujeres, sin juzgarlas ni presionarlas para que