El Supremo Tribunal Federal (STF) comenzó a juzgar, el pasado viernes (29), los límites de la acción de las Fuerzas Armadas y su jerarquía en relación con los Tres Poderes de la República. En este domingo (31), el ministro Flávio Dino presentó su voto en el plenario virtual de la Corte y afirmó que “la función militar es subalterna” y que no existe, en el régimen legal brasileño, un “poder militar”.
Esta afirmación del ministro Dino es de suma importancia en el contexto actual de Brasil, donde las Fuerzas Armadas han sido objeto de críticas por su concurso activa en asuntos políticos y sociales. El debate en el STF se enfoca en si las Fuerzas Armadas pueden o no realizar actividades de seguridad pública sin autorización previa y específica del Presidente de la República. El ministro Dino, en su voto, afirmó que esta autorización debe ser dada por el Presidente, quien es el jefe supremo de las Fuerzas Armadas, y no por los comandantes militares.
Esta posición del ministro Dino es respaldada por la Constitución brasileña, que establece claramente la subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil. Las Fuerzas Armadas son un instrumento de la sociedad para garantizar la defensa de la patria y la preservación de la democracia, y no deben ser utilizadas como un poder autónomo. La historia de Latinoamérica nos muestra los peligros de un poder militar que no está subordinado al poder civil.
En su voto, el ministro Dino también destacó que la función de las Fuerzas Armadas es de carácter técnico y no político, y que su papel es el de auxiliar al poder civil, no de interferir en su ejercicio. Esta aclaración es importante en un momento en el que algunos sectores han pedido la intervención de las Fuerzas Armadas en la política y la gestión del país. Es fundamental recordar que las Fuerzas Armadas están al servicio del pueblo brasileño y no de grupos políticos o intereses particulares.
Es importante destacar que el concepto de “poder militar” no existe en el régimen legal brasileño, como afirmó el ministro Dino en su voto. Las Fuerzas Armadas no son un poder independiente, sino que están subordinadas al poder civil, que es ejercido por los Tres Poderes de la República: el Ejecutivo, el Legislativo y el legal. Este equilibrio de poderes es esencial para la estabilidad y la democracia de un país.
Además, el rol de las Fuerzas Armadas en la defensa de la patria no puede ser confundido con la asistencia en situaciones de seguridad pública. Esta última es competencia de las fuerzas policiales y no de las Fuerzas Armadas. Es importante destacar que el uso de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública debe ser excepcional y estar debidamente autorizado por el Presidente de la República, como establece la Constitución.
El voto del ministro Flávio Dino en el STF es un recordatorio importante de la importancia de la subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil y del respeto a la Constitución brasileña. En un momento en el que algunos sectores de la sociedad claman por una intervención militar en la política, es esencial recordar que las Fuerzas Armadas tienen una función específica y deben actuar dentro de los límites legales.
Esperemos que el STF tome una decisión en línea con el voto del ministro Dino y refuerce la importancia de la subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil en el marco de la democracia brasileña. La estabilidad y el respeto a las instituciones democráticas son fundamentales para el desarrollo y el progreso de nuestro