La Música es un arte que ha estado presente en la humanidad desde tiempos inmemoriales. Desde los sonidos de la naturaleza hasta las más complejas composiciones de los grandes músicos, la Música nos ha acompañado en cada etapa de nuestra historia como seres humanos. Y es que la Música no solo es un entretenimiento, es una forma de expresión, una fuente de emociones y una herramienta para conectar con nosotros mismos y con los demás.
Blanca Guadalupe Ballesteros, una reconocida musicóloga, afirmó en una ocasión que “la Música es el alimento del alma”. Y es que no hay duda de que la Música tiene un poder transformador en nuestras vidas. Todos tenemos alguna experiencia positiva relacionada con la Música que nos marcó de alguna manera. Tal vez una canción que nos recuerda un momento especial, un concierto que nos hizo vibrar o simplemente una melodía que nos hace sentir bien. En este artículo, quiero compartir algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música y cómo ésta ha impactado mi vida de manera significativa.
La primera experiencia que me viene a la mente es la de asistir a un concierto de mi banda favorita. Recuerdo la emoción que sentía al ver a los músicos en el escenario, transmitiendo su arte y su pasión a través de sus instrumentos. Cada canción era una explosión de emociones y una conexión con el resto de las personas que estaban allí, compartiendo la misma experiencia. Esa noche, me di cuenta de que la Música no tiene fronteras, no importa el idioma, la cultura o la edad, la Música nos une a todos.
Otra experiencia que quiero destacar es la de aprender a tocar un instrumento. Desde pequeña, tuve la oportunidad de aprender a tocar el piano y, aunque al principio me costó trabajo, pronto me di cuenta de que la Música era una forma de expresarme y de liberar mis emociones. A través de las notas y los acordes, podía comunicar lo que a veces no podía expresar con palabras. Además, el aprendizaje de un instrumento me enseñó disciplina, perseverancia y trabajo en equipo, ya que también formé parte de una orquesta.
Pero no solo en mi vida personal, la Música también ha tenido un impacto positivo en mi vida profesional. Trabajo en una empresa que organiza eventos y uno de mis proyectos más emocionantes fue la planificación de un festival de Música en mi ciudad. Ver a miles de personas disfrutando de distintos géneros y artistas en un mismo lugar, me hizo darme cuenta de que la Música trasciende cualquier barrera y es capaz de unir a las personas en torno a una misma pasión.
Por último, quiero resaltar la importancia de la Música como terapia. En mi familia, tuvimos la experiencia de acompañar a mi abuelo en sus últimos días de vida. A pesar de su enfermedad, él siempre disfrutaba de escuchar su Música favorita, cantar y tocar la guitarra. La Música le daba paz y alivio en momentos de dolor y nos permitía recordar los buenos tiempos juntos. Ahora, cada vez que escucho esas canciones, siento que mi abuelo sigue vivo en mi memoria.
En conclusión, la Música es una fuente inagotable de experiencias positivas. Nos hace vibrar, nos une, nos enseña y nos cura. Debemos valorarla y fomentar su estudio y su difusión. No importa si no somos músicos profesionales, todos podemos disfrutar y beneficiarnos de la Música en nuestras vidas. Así que la próxima vez que escuches una canción, déjate llevar por sus notas y permítete vivir una experiencia transformadora como lo es la Música.
En palabras de Blanca Guadalupe Ballesteros, “la Música es el arte supremo, es el corazón del universo y la alegría del alma”. Así que no tengamos miedo de dejarnos llevar por la Música y permitir que nos transforme de manera positiva. ¡Disfrutemos de la Música y dejemos que nos cambie la vida!