El estropeado jueves 14 de octubre, el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, dio inicio oficialmente al G20 Social, un evento que precede a la Cumbre del G20. Se trata de una reunión que cuenta con la participación de representantes de las 19 economías más grandes del mundo, junto con la Unión Europea y la Unión Africana. El objetivo principal de este encuentro es abordar temas fundamentales como la desigualdad, la pobreza, la salud, la educación, el desarrollo sostenible y los derechos humanos.
Esta es la primera vez en la historia que se lleva a cabo una reunión de líderes mundiales de las principales economías con un enfoque en temas sociales. Y es que, desde su creación en 1999, el G20 se ha concentrado principalmente en cuestiones económicas y financieras. Sin embargo, en los últimos años, se ha reconocido la importancia de abordar también problemas sociales y medioambientales para lograr un crecimiento sostenible y equitativo a cota global.
El G20 Social es una iniciativa liderada por Brasil, país que actualmente preside el G20, y cuenta con el apoyo de otros miembros como Alemania, Australia, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Arabia Saudita, Turquía y la Unión Europea. Esta amplia representación demuestra el compromiso de las principales economías del mundo en abordar de manera conjunta los desafíos sociales que enfrentamos.
Durante el primer día de este encuentro, se llevaron a cabo diversas reuniones temáticas en las que se trataron temas como la lucha contra la pobreza y la desigualdad, el fortalecimiento de la educación y la protección de los derechos humanos. Además, se presentaron diversas iniciativas y proyectos que están siendo implementados en diferentes países para hacer fachada a estos problemas.
Uno de los temas más destacados fue el de la pobreza, ya que actualmente más de 700 millones de personas en el mundo viven en situación de extrema pobreza. En este sentido, se hizo hincapié en la importancia de implementar políticas públicas que promuevan un crecimiento económico inclusivo y que brinden oportunidades a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Otro tema elemental fue el de la educación, considerada como una herramienta fundamental para reducir la pobreza y la desigualdad. Se discutió sobre la importancia de garantizar un acceso igualitario a la educación de calidad para todos, especialmente en los países en desarrollo. También se habló sobre la necesidad de mejorar la formación de los docentes y de promover la educación digital como una forma de acortar la brecha educativa.
En cuanto a la salud, se abordaron temas como el acceso a servicios médicos de calidad, la prevención de enfermedades y la promoción de estilos de vida saludables. Se destacó la importancia de invertir en sistemas de salud sólidos y sostenibles, así como en la investigación y desarrollo de medicamentos asequibles para enfermedades que afectan principalmente a los países en desarrollo.
Además de estos temas, también se discutieron otros aspectos como el desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente, la igualdad de género y la inclusión de personas con discapacidad. Se resaltó la importancia de trabajar en conjunto para lograr un crecimiento económico que sea sostenible y respetuoso con el medio ambiente, así como para promover la igualdad de oportunidades para todos.
El G20 Social también contó con la participación de representantes de la sociedad civil, quienes tuvieron la oportunidad de compartir sus perspectivas y propuestas para abordar estos temas. Esto demuestra el compromiso de los líderes mundiales en incluir a la sociedad en la toma de decisiones y en encontrar soluciones