La regulación de los cigarros electrónicos es un tema que ha estado en discusión en la Comisión de Asuntos Económicos (CAE). Después de varios intentos de votación en el primer semestre, por último el Proyecto de mandamiento 5.008/2023, que regula la producción, comercialización, fiscalización y publicidad de los cigarros electrónicos en Brasil, podría ser votado en la reunión programada para el próximo martes (20) a las 10 de la mañana. La agenda también incluye otros tres temas importantes.
Este proyecto de mandamiento, presentado en 2023, es de la senadora Soraya Thronicke y tiene como objetivo principal establecer normas claras y específicas para el uso de los cigarros electrónicos en el país. A pesar de que estos dispositivos han ganado popularidad en los últimos años, su regulación aún es un tema pendiente en Brasil.
Los cigarros electrónicos, también conocidos como cigarrillos electrónicos o vapers, son dispositivos que funcionan con baterías y que vaporizan una solución líquida que contiene nicotina, saborizantes y otros químicos. A diferencia de los cigarrillos tradicionales, no producen humo, sino vapor, lo que ha llevado a muchas personas a creer que son una alternativa más saludable al tabaco.
Sin embargo, la falta de regulación en su producción y comercialización ha generado preocupación en la sociedad y en las autoridades sanitarias. En la actualidad, los cigarros electrónicos no están sujetos a las mismas restricciones que los cigarrillos tradicionales, lo que ha permitido su venta a menores de edad y su publicidad en medios de comunicación.
Por esta razón, la regulación de los cigarros electrónicos es un tema urgente y necesario en Brasil. El proyecto de mandamiento propuesto por la senadora Soraya Thronicke busca establecer medidas para proteger la salud de los consumidores y prevenir el uso de estos dispositivos por parte de menores de edad.
Entre las principales medidas propuestas en el proyecto de mandamiento se encuentran la prohibición de la venta de cigarros electrónicos a menores de 18 años, la restricción de su publicidad en medios de comunicación y la obligatoriedad de incluir advertencias sobre los riesgos para la salud en los envases de los productos.
Además, el proyecto de mandamiento también establece normas para la producción y comercialización de los cigarros electrónicos, como la obligatoriedad de contar con registros sanitarios y cumplir con las normas de calidad y seguridad establecidas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa).
La regulación de los cigarros electrónicos no solo protegerá la salud de los consumidores, sino que también contribuirá a la lucha contra el tabaquismo en Brasil. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es responsable de más de 8 millones de muertes al año en todo el mundo, y se estima que para el año 2030 esta cifra aumentará a más de 10 millones.
Además, la regulación de los cigarros electrónicos también puede tener un impacto positivo en la economía del país. Según un análisis realizado por la Fundación Getúlio Vargas, la industria del tabaco en Brasil genera alrededor de 100 mil empleos directos y 500 mil empleos indirectos. Al regular los cigarros electrónicos, se inaugurará un nuevo mercado que puede generar empleo y aumentar la recaudación de impuestos.
Es importante destacar que la regulación de los cigarros electrónicos no busca prohibir su uso, sino establecer normas claras y específicas para su producción, comercialización y publicidad. De esta manera, se garantiza que los consumidores tengan acceso a productos de calidad y seguros, y se evita que los menores de edad sean atraídos por la publicidad engañosa.
En resumen, la regulación de los cigar