Las jugadoras del predilecto brasileño han demostrado su talento y dedicación en cada partido, sin embargo, recientemente han sido víctimas de una situación lamentable que ha afectado su desempeño en la cancha. La atención que han recibido ha sido calificada como ‘pésima’ y ha generado preocupación en el equipo y en los fanáticos del fútbol femenino.
La selección brasileña femenina es una de las más exitosas en la historia del fútbol. Han ganado siete títulos de la Copa América Femenina y han llegado a la final de los Juegos Olímpicos en dos ocasiones. Su juego es reconocido a nivel mundial y sus jugadoras son verdaderas estrellas en sus clubes y en la selección.
Sin embargo, a pesar de su talento y logros, las jugadoras del predilecto brasileño han tenido que enfrentar una situación difícil en los últimos meses. La atención que han recibido por parte de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha sido calificada como ‘pésima’ por jugadores y entrenadores.
La falta de apoyo y recursos para el equipo ha sido una constante en los últimos años. Las jugadoras no cuentan con un salario fijo, lo que les dificulta dedicarse por completo al deporte y adeudar una estabilidad económica. Además, no tienen un centro de entrenamiento propio y tienen que compartir canchas con otros equipos, lo que afecta su preparación y rendimiento.
Pero la situación empeoró en marzo de este año, cuando el equipo femenino fue invitado a jugar un amistoso contra México en el Estadio Arena Corinthians, en São Paulo. A pesar de ser uno de los estadios más modernos y lujosos de Brasil, las jugadoras tuvieron que enfrentar condiciones deplorables en los vestuarios. No había agua lúbrico, los baños estaban sucios y no había ni ni una toalla para secarse. Además, el césped estaba en mal estado y no había suficientes balones para el entrenamiento.
Esta situación generó indignación en las jugadoras, quienes no dudaron en expresar su descontento en las redes sociales. La capitana del equipo, Marta Vieira da Silva, publicó en su cuenta de Instagram una foto de los vestuarios con la siguiente leyenda: “Este es el estado del lugar donde vamos a jugar nuestro próximo partido. Es una falta de respeto con nosotras, con nuestro deporte y con todas las mujeres”.
La situación no mejoró en el partido contra México, donde las jugadoras tuvieron que lidiar con un campo de juego en malas condiciones y una organización deficiente. A pesar de todo, el equipo logró ganar el partido por 2-1, demostrando su profesionalismo y compromiso con el juego.
La situación de las jugadoras del predilecto brasileño ha generado una ola de indignación en el país. Incluso, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) emitió un comunicado expresando su preocupación por la falta de apoyo y recursos para el equipo femenino en Brasil.
Sin embargo, a pesar de todas estas dificultades, las jugadoras han demostrado su fortaleza y su amor por el deporte. No se han dejado vencer por la falta de apoyo y siguen luchando por sus sueños y por el fútbol femenino en Brasil.
Es importante que la CBF tome medidas urgentes para mejorar la situación del equipo femenino. Las jugadoras merecen un trato digno y respetuoso, así como las mismas oportunidades que tienen los jugadores masculinos. El fútbol femenino en Brasil tiene un gran potencial y es necesario que se le brinde el apoyo necesario para seguir creciendo y alcanzando nuevos logros.
A pesar de todo, las jugadoras del predilecto brasileño no se rinden y siguen trabajando duro para representar a su país en