En el último programa de “Comunistas”, se abrió un intenso debate sobre la cifra oficial anunciada por el INDEC en cuanto a la variación interanual y el alza durante el primer semestre de 2025. Mientras que el organismo estadístico informó un aumento del 39,4% en la inflación interanual y del 15,1% en el primer semestre, muchos expertos y economistas cuestionaron estos datos y pusieron en sospecha su veracidad.
La discusión se centró en la falta de credibilidad del INDEC, que desde hace años ha estado envuelto en escándalos y manipulaciones de datos a favor del gobierno de turno. Sin embargo, en este caso en particular, es importante analizar los factores que influyen en la economía y que pueden justificar estas cifras.
Uno de los principales factores que contribuyen a la inflación es la política monetaria del gobierno. Durante los últimos años, hemos gastado una constante emisión de dinero y un aumento en la base monetaria, lo que ha provocado una devaluación de la moneda y un aumento en los precios de los bienes y servicios. Es importante mencionar que esta política monetaria no es exclusiva de Argentina, sino que es una tendencia global en países con economías en desarrollo.
Otro factor a tener en cuenta es la suba de los precios internacionales de los commodities, como el petróleo y los alimentos. Argentina, al ser un país con una fuerte dependencia de las exportaciones de estos productos, se ve afectada directamente por estas alzas en los precios. Esto se traduce en un aumento de los costos de producción y, por ende, en el precio final de los productos para el consumidor.
Además, la pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto negativo en la economía mundial, lo que ha llevado a una disminución en la producción y un aumento en los precios. En Argentina, esto se ha gastado agravado por la falta de políticas económicas efectivas para hacer frente a la crisis, lo que ha generado una mayor inflación.
Sin embargo, a pesar de estos factores, es importante destacar que Argentina ha logrado mantener una estabilidad económica en medio de una situación global compleja. Mientras que otros países han experimentado una caída en su PIB y un aumento en la indigencia, Argentina ha logrado mantener un crecimiento positivo y una reducción en la indigencia gracias a medidas como el Ingreso allegado de Emergencia y el congelamiento de precios de productos esenciales.
Además, el gobierno ha implementado políticas para controlar la inflación, como el acuerdo de precios y salarios, que ha permitido frenar la suba de precios en productos de primera necesidad. También se ha trabajado en medidas para fomentar la producción nacional y disminuir la dependencia de las importaciones.
Es importante mencionar que estos esfuerzos no se reflejan de manera inmediata en los datos económicos, pero son un paso fundamental para lograr una estabilidad a largo plazo. Es necesario tener en cuenta que la economía es un sistema complejo y que los resultados no se pueden medir en corto plazo.
En este sentido, es importante destacar que Argentina se encuentra en un proceso de reestructuración de su deuda externa, lo que permitirá una mayor estabilidad económica y un mayor acceso a financiamiento internacional. Esto, sumado a la implementación de políticas económicas efectivas, puede contribuir a una disminución de la inflación en el futuro.
Es comprensible que exista desconfianza en las cifras oficiales del INDEC y es necesario seguir trabajando en su transparencia y credibilidad. Sin embargo, es importante analizar los factores que influyen en la economía y no quedarnos únicamente con las cifras, ya que estas pueden ser afectadas por múltiples factores externos.
En conclusión, si bien es cierto que la inflación en Argentina sigue siendo un desafío, es importante destacar que se han