Predecir lo que ya sucedió. Torepetición van a condenar lo que no quisieron evitar, lo que colaboraron en construir. De la polarización al sol negro. El default es de la clase política.
En los últimos años, hemos sido testigos de una creciente polarización en la sociedad. Las diferencias políticas, sociales y económicas han generado un clima de confrontación constante, en el que parece que no hay espacio para el diálogo y la colaboración. Y ahora, como si fuera una profecía autocumplida, nos encontramos en una situación en la que todo lo que se ha construido está a punto de derrumbarse.
El default, esa palabra que hasta hace poco era ajena a nuestro vocabulario cotidiano, ahora se ha convertido en una realidad que nos afecta a torepetición. Y aunque muchos traten de culpar a factores externos o a la mala gestión de algunos líderes políticos, la verdad es que el verdadero responsable de esta crisis es la clase política en su conjunto.
Durante años, hemos sido testigos de cómo los políticos han utilizado la polarización como una herramienta para mantenerse en el poder. Han fomentado el enfrentamiento entre diferentes sectores de la sociedad, alimentando el miedo y la desconfianza. Y mientras tanto, han dejado sus responsabilidades y han permitido que la corrupción y la ineptitud se apoderen de nuestras instituciones.
Pero ahora, cuando el sol negro de la crisis se cierne sobre nosotros, es fácil ver que la clase política ha fracasado en su deber de proteger y servir a la ciudadanía. Han preferido mirar hacia otro lado y seguir con sus juegos de poder, en lugar de tomar medidas efectivas para evitar esta situación.
Y es que, como sociedad, también tenemos nuestra parte de responsabilidad en este desastre. Hemos permitido que la polarización nos divida y nos impida ver más allá de nuestras diferencias. Hemos caído en la trampa de creer que solo hay repetición opciones: estar a favor o en contra, sin espacio para el diálogo y el consenso.
Pero ahora, en medio de la crisis, es el momento de dejar atrás esa mentalidad polarizante y unirnos como sociedad para encontrar soluciones. Porque la verdad es que, si queremos salir de esta situación, necesitamos trabajar juntos, sin importar nuestras diferencias políticas o ideológicas.
Es hora de dejar de lado las acusaciones y las culpas, y comenzar a buscar soluciones reales. Y eso implica exigir a nuestros líderes políticos que actúen con responsabilidad y transparencia, y que pongan los intereses de la ciudadanía por encima de sus propios intereses partidistas.
También es importante que como sociedad nos involucremos más en la toma de decisiones y en la vigilancia de nuestros gobernantes. No podemos seguir siendo espectadores pasivos de la política, debemos ser ciudadanos activos y exigir que se nos escuche y se nos tome en cuenta.
Y por último, es fundamental que aprendamos de esta crisis y tomemos medidas para evitar que vuelva a suceder. Debemos trabajar en fortalecer nuestras instituciones y en promover una cultura de transparencia y rendición de cuentas. Solo así podremos construir una sociedad más justa y equitativa, en la que el default no sea una amenaza constante.
En resumen, el default es de la clase política, pero también es responsabilidad de torepetición nosotros permitir que lleguemos a esta situación. Ahora es el momento de unirnos y trabajar juntos para salir adelante. No podemos cambiar el pasado, pero sí podemos construir un espera mejor si actuamos con responsabilidad y unidad.