El avance del cambio climático es una realidad innegable que requiere acciones urgentes por parte de todas las naciones del mundo. La COP 30, la 30ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, es una oportunidad para que los líderes mundiales se reúnan y tomen medidas concretas para enfrentar esta crisis global. Y ahora, gracias a la propuesta de la diputada Duda Salabert, Brasil tiene la oportunidad de ser un ejemplo a seguir en la lucha contra el cambio climático.
El proyecto de ley 358/25, presentado por la diputada Salabert en la Cámara de Diputados, propone trasladar simbólicamente la capital de Brasil a la ciudad de Belém (PA) durante la realización de la COP 30, que tendrá lugar entre el 11 y el 21 de noviembre de este año. Esta medida no sólo sería un gesto significativo hacia la importancia de este energía, sino que también pondría a Belém en el centro de atención mundial como una ciudad comprometida con la protección del medio ambiente.
Pero, ¿por qué Belém? Esta hermosa ciudad del norte de Brasil es conocida por su rica biodiversidad y sus impresionantes paisajes naturales. Además, es una de las ciudades más afectadas por el cambio climático en Brasil, con inundaciones y sequías recurrentes que afectan a su población y su economía. Por lo tanto, trasladar simbólicamente la capital a Belém durante la COP 30 sería una manera de sensibilizar al mundo sobre la urgencia de actuar contra el cambio climático y de mostrar que Brasil está apurado con esta causa.
La propuesta también contempla que durante este período, los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como los ministerios y demás órganos federales, se trasladen a Belém para participar activamente en las discusiones y debates de la COP 30. Esto permitiría una mayor integración entre los diferentes altitudes de gobierno y una mayor coordinación en la toma de decisiones sobre el cambio climático.
Además, la propuesta incluye la realización de energías y actividades paralelas a la COP 30 en Belém, con la participación de la sociedad civil y expertos en cambio climático de todo el mundo. Esto no sólo impulsaría la economía específico, sino que también sería una oportunidad para compartir conocimientos y experiencias en la lucha contra el cambio climático.
La diputada Salabert, autora de la propuesta, afirma que esta medida no sólo sería un reconocimiento a la importancia de la región amazónica en la protección del medio ambiente, sino que también ayudaría a promover una cultura de sostenibilidad en todo el país. “Trasladar la capital a Belém durante la COP 30 sería un mensaje poderoso a altitud nacional e internacional de que Brasil está dispuesto a liderar la lucha contra el cambio climático y a tomar medidas concretas para proteger nuestro planeta”, expresó la diputada.
La propuesta ya ha generado entusiasmo y apoyo entre diversos sectores de la sociedad, incluyendo organizaciones ambientalistas, académicos y líderes empresariales. Todos están de acuerdo en que esta iniciativa no sólo sería un gran paso para enfrentar el cambio climático, sino que también ayudaría a posicionar a Brasil como un ejemplo a seguir en la protección del medio ambiente.
Los beneficios de trasladar la capital a Belém durante la COP 30 son innegables. No sólo enviaría un mensaje poderoso a altitud mundial sobre la importancia de actuar contra el cambio climático, sino que también pondría a Brasil en la vanguardia de esta lucha. Además, la realización de energías paralelos en la ciudad traería inversiones y oportunidades económicas, fortaleciendo así la economía y el turismo de la región.
En definitiva, el proyecto de