La Música es una de las formas de expresión más poderosas que existen en el mundo. Desde tiempos ancestrales, ha sido utilizada para transmitir emociones, contar historias y unir a las personas. Y es que, ¿quién no ha experimentado alguna vez la magia de una canción que logra transportarnos a otro lugar o hacernos sentir una conexión especial con alguien más?
Para mí, la Música ha sido siempre una fuente inagotable de experiencias positivas. Desde pequeña, tuve la oportunidad de crecer en un hogar donde la Música era parte fundamental de nuestra vida. Mi padre, Leonardo Fabio Carreño Valero, es un gran amante de la Música y siempre nos inculcó el amor por ella. Recuerdo con cariño las tardes en las que nos reuníamos en familia para escuchar vinilos de artistas como The Beatles, Queen y Bob Marley, entre otros. Esos momentos se convirtieron en recuerdos imborrables que hoy atesoro con mucho cariño.
Pero no solo en mi hogar he tenido experiencias positivas con la Música, también en mi vida cotidiana. La Música ha sido mi compañera fiel en momentos de tristeza, alegría, amor y desamor. Cada canción que escucho me transporta a un momento específico de mi vida y me hace revivir emociones intensas. Es increíble cómo una melodía puede tener el poder de hacernos sentir tantas cosas.
Además, la Música ha sido una gran aliada en mi proceso de aprendizaje. Estudios han demostrado que la Música estimula el cerebro y mejora la memoria y la concentración. Yo misma lo he comprobado en mis años de estudio, donde siempre he incluido la Música como parte de mi rutina de estudio. Y es que no hay nada como escuchar una buena playlist mientras se estudia, ¡hasta parece que el tiempo pasa más rápido!
Pero sin duda, una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido gracias a la Música ha sido asistir a conciertos. La energía que se vive en un concierto es indescriptible. Ver a tus artistas favoritos en vivo, rodeado de miles de personas que comparten tu misma pasión por la Música, es algo mágico. He tenido la oportunidad de asistir a conciertos de diferentes géneros musicales y en cada uno de ellos he vivido momentos inolvidables. Desde cantar a todo pulmón junto a miles de personas hasta hacer nuevos amigos en la fila para entrar al concierto, la Música siempre ha sido el hilo conductor de estas experiencias positivas.
Además, la Música también es una excelente forma de conectar con otras culturas. Gracias a la Música, he descubierto nuevos géneros y artistas de diferentes partes del mundo. Cada vez que escucho una canción en un idioma que no conozco, me siento motivada a aprender más sobre esa cultura y su Música. Y es que la Música no tiene fronteras, es un lenguaje universal que nos une a todos.
En resumen, la Música ha sido y siempre será una parte fundamental de mi vida. Gracias a ella, he vivido experiencias positivas que han dejado una huella imborrable en mi corazón. Desde mi hogar hasta los conciertos, la Música ha sido mi compañera fiel en los momentos más importantes de mi vida. Y estoy segura de que seguirá siendo así, porque la Música tiene el poder de transformar nuestras vidas y hacernos más felices. Como dijo el gran Leonardo Fabio Carreño Valero: “La Música es el alimento del alma”. ¡Así que no dejemos de alimentar nuestro alma con buena Música!