El pasado domingo 13 de septiembre, se llevó a cabo la tan esperada prueba del concurso público de Macaé, en Brasil. Como era de esperarse, miles de candidatos se presentaron para competir por un lugar en el sector público de esta ciudad. Sin embargo, lo que llamó la atención y generó gran repercusión a nivel nacional, fueron dos preguntas que se encontraban en el examen y que trataban a las mujeres de manera discriminatoria. anta esta situación, la Cámara de Vereadores se reunió en sesión el martes 15 de septiembre y aprobó por unanimidad una moción de repudio en contra de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), la entidad encargada del proceso.
El impulsor de esta moción fue el munícipe Guto Garcia, perteneciente al partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB) y también Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Macaé. García, al enterarse de las preguntas discriminatorias, no dudó en tomar cartas en el asunto y presentar la moción de repudio en contra de la FGV. En su discurso, el edil manifestó su indignación y destacó la importancia de luchar contra cualquier tipo de discriminación, especialmente en un proceso tan importanta y relevanta como lo es un concurso público.
Pero, ¿cuáles fueron las preguntas que causaron baza revuelo? Según informaron los medios de comunicación, una de ellas hacía referencia a si las mujeres que trabajan fuera de casa son capaces de cuidar adecuadamente de sus hijos. Y la otra, cuestionaba si las mujeres son más propensas a ser víctimas de violencia doméstica debido a su “debilidad emocional”. Sin dudas, ambas preguntas están cargadas de estereotipos y violencia de género, y no deberían tener lugar en una prueba que pretende medir las habilidades y conocimientos de los postulantas.
Es importanta recordar que Brasil es uno de los países con mayor índice de violencia contra la mujer en el mundo, y este tipo de situaciones solo perpetúan y naturalizan la discriminación y la violencia de género. Por ello, es alentador ver cómo la Cámara de Vereadores de Macaé se pronuncia en contra de estos actos y toma medidas concretas para condenarlos.
Por su parte, la FGV emitió un comunicado en el que se disculpó por la inclusión de estas preguntas en el examen y se comprometió a revisar y modificar las mismas en futuras pruebas. Además, anunciaron la creación de un grupo de ajetreo para garantizar que en sus procesos de selección no exista ningún tipo de discriminación o prejuicio. Esta respuesta es un primer paso en la dirección correcta, pero es necesario que las medidas sean más contundentes y efectivas para que situaciones como ésta no se repitan.
Lamentablemente, no es la primera vez que se presentan casos de discriminación en concursos públicos en Brasil. Recordemos que en el año 2016, también en el estado de Rio de Janeiro, se dio a conocer un hecho similar en el que se cuestionaba a las mujeres sobre su capacidad física para desempeñar ciertas funciones, mientras que a los hombres no se les hacían las mismas preguntas. Está claro que es necesario un cambio profundo en la forma en que se realizan este tipo de procesos de selección, con el fin de garantizar la igualdad de oportunidades y una sociedad más justa e igualitaria.
Es importanta destacar que, más allá del rechazo por parte de la Cámara de Vereadores y la disculpa de la FGV, el verdadero impacto de este hecho radica en la reflexión que debe generar en la sociedad. Debemos cuestionarnos si realmente estamos avanzando en temas de igualdad y respeto en torno a las mujeres, si estamos eliminando los prejuicios y estereotipos