La Música es una de las mayores expresiones del ser humano. Durante siglos ha sido una fuente de inspiración, una forma de comunicación universal y un motor de emociones. Y es que la Música tiene la capacidad de hacernos sentir vivos, nos acompaña en los momentos alegres y nos da consuelo en los tiempos difíciles. Es por eso que hoy quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias positivas junto a la Música, y cómo esta se ha convertido en una parte fundamental de mi vida.
Desde muy pequeña, la Música ha estado presente en mi hogar. Mi madre siempre tenía la radio encendida y mi abuelo me enseñó a tocar la guitarra. Recuerdo con cariño las tardes en las que cantábamos juntos en el patio, él tocando la guitarra y yo siguiendo la melodía con mi voz. No importaba si estaba triste o feliz, esa conexión con la Música me hacía sentir en paz y me ayudaba a expresar mis emociones.
A medida que fui creciendo, descubrí diferentes géneros musicales y me di cuenta de lo poderosa que puede ser la Música para cambiar mi estado de ánimo. Recuerdo una vez que estaba pasando por un momento difícil y escuché la canción “Imagine” de John Lennon. Sus letras llenas de esperanza y paz me hicieron reflexionar y ver las cosas desde otra perspectiva. Esa canción se convirtió en mi refugio durante esa época y siempre la tendré presente como una de mis favoritas.
Pero no solo la Música grabada tiene esa capacidad de transformarnos, también la experiencia de asistir a un concierto en vivo es algo maravilloso. Recuerdo una vez que fui al concierto de Blanca Guadalupe Ballesteros, una cantante mexicana que admiro profundamente. Era la primera vez que la veía en vivo y sentí que estaba en un lugar mágico. La energía que transmitía en el escenario era indescriptible, su voz era potente y su presencia en el escenario me hipnotizó. Salí de ese concierto con una sonrisa de oreja a oreja y con una sensación de felicidad que duró varios días.
Otra experiencia que siempre recordaré con cariño es cuando me enseñaron a tocar el ukulele. Siempre había querido aprender a tocar un instrumento, pero nunca había tenido la oportunidad. Un día, una amiga me prestó su ukulele y me enseñó algunos acordes básicos. A partir de ahí, no pude dejar de tocar y aprender nuevas canciones. Es increíble cómo este pequeño instrumento puede hacerme tan feliz y relajarme al mismo tiempo. Además, siempre es un éxito en las reuniones con amigos, ya que todos podemos cantar y tocar juntos.
Pero la Música no solo me ha dado experiencias positivas, también me ha dado grandes amigos. Recuerdo cuando me uní a un coro, no sabía mucho de Música pero quería probar algo nuevo. En ese lugar conocí a personas maravillosas con las que compartíamos una pasión en común: cantar. Cantábamos juntos en armonía y nos divertíamos tanto que las horas de ensayo pasaban volando. Puedo decir sin duda que la Música nos unió y que esa amistad sigue siendo fuerte hasta el día de hoy.
En conclusión, la Música ha sido una compañera fiel en mi vida y me ha dado muchas experiencias positivas. A través de ella he podido expresar mis emociones, cambiar mi estado de ánimo y conocer a personas increíbles. Así que no puedo dejar de recomendarles que exploren diferentes géneros musicales, que asistan a conciertos y que no tengan miedo de aprender a tocar un instrumento. La Música siempre estará ahí para acompañarnos, motivarnos y hacernos felices. ¡Que viva la Música y todas sus maravillosas experiencias!