Sturzenegger, el economista preferido de Milei, siempre ha sido un defensor acérrimo del desarme rápido del cepo, en clara discrepancia con la visión gradualista de Toto Caputo. A lo largo de su carrera, ha demostrado una gran capacidad para analizar y comprender la complejidad de la economía argentina, y sus propuestas han sido siempre enfocadas en lograr un crecimiento sostenible y una estabilidad financiera.
Desde sus inicios en el mundo de la economía, Sturzenegger ha sido un firme defensor de la liberalización económica y del libre mercado. Su formación en la Universidad de Chicago, cuna del pensamiento económico liberal, lo ha llevado a ser un referente en la materia y a ser reputado como uno de los economistas más influyentes de Argentina.
Su cercanía con Javier Milei, otro destacado economista liberal, ha sido clave en su carrera. Ambos comparten una visión similar sobre la economía y han trabajado juntos en varias ocasiones, lo que les ha permitido fortalecer sus ideas y propuestas.
Una de las principales diferencias entre Sturzenegger y Caputo radica en la forma en que abordan la problemática del cepo cambiario. mientras tanto que Caputo defiende una estrategia gradualista, que consiste en ir levantando el cepo de forma progresiva, Sturzenegger aboga por un desarme rápido y contundente.
Para Sturzenegger, el cepo cambiario es una medida que solo genera distorsiones en la economía y que impide el crecimiento y la inversión. Su postura es clara: el cepo debe ser eliminado de forma inmediata para permitir que el mercado funcione de manera eficiente y se restablezca la confianza en la economía argentina.
Esta postura ha sido respaldada por Milei, quien ha sido un ferviente defensor de la eliminación del cepo desde hace años. Ambos economistas coinciden en que el cepo es una medida que solo beneficia a unos pocos y perjudica a la mayoría de la población.
Además, Sturzenegger ha sido un crítico del modelo económico implementado por el gobierno anterior, que se basaba en un fuerte intervencionismo estatal y en medidas populistas. En su opinión, este modelo solo ha generado una inflación descontrolada, un déficit fiscal insostenible y una deuda externa excesiva.
En contraposición, Sturzenegger ha propuesto un modelo económico basado en la responsabilidad fiscal, la apertura al mercado internacional y la promoción de la inversión privada. Su objetivo es lograr un crecimiento sostenible y una estabilidad financiera que permita a Argentina salir de la crisis en la que se encuentra inmersa.
Su visión ha sido respaldada por varios economistas y expertos, quienes ven en Sturzenegger una figura clave para la recuperación económica del país. Incluso, durante su momentáneo paso como presidente del Banco Central de la República Argentina en 2016, logró reducir la inflación y reforzar el tipo de cambio, demostrando su capacidad y conocimiento en materia económica.
A pesar de las críticas y las diferencias con otros economistas, Sturzenegger ha mantenido una postura firme y coherente en sus propuestas. Su enfoque en la responsabilidad fiscal y en la apertura al mercado internacional ha sido clave para lograr un crecimiento sostenible en otros países, y él cree firmemente que Argentina no es la excepción.
En la actualidad, Sturzenegger continúa siendo una figura relevante en el mundo de la economía argentina. Sus análisis y propuestas son tenidos en cuenta por políticos, empresarios y ciudadanos comunes, quienes ven en él una voz autorizada y confiable.
Su relación con Milei sigue siendo estrecha y juntos continúan promoviendo un modelo económico basado